HACIENDA GRAN HERMANO

Gran Hermano, Hacienda.

CATEGORÍAS:
22 Nov 2017
Autor:
Iván Izco

La administración tributaria de España, es posiblemente la más avanzada de Europa; y la gestión de información, así como el volumen de datos que trata; la hace uno de los organismo más avanzados a nivel tecnológico e informático. Este hecho es sin duda, admirable y en no mucho tiempo la gestión de los impuestos (no planificación fiscal) de una empresa, será tan sencillo como confirmar el borrador de la renta para cualquier ciudadano.  

Finalmente, y tal y como adelantábamos hace unos días; Hacienda, permitirá por última vez presentar la declaración anual de operaciones con terceros (modelo 347) durante el mes de febrero. A partir de 2019, la presentación deberá ser en el mes de enero y tampoco tendremos los asesores la misma suerte a la hora de presentar otros modelos como el 184, 171 o 345, que ya este ejercicio se presentarán en el mes de enero de cada año coincidiendo con el resto de declaraciones informativas y resúmenes anuales, además de con las liquidaciones correspondientes al cuarto trimestre.

Con ello, el nudo de la corbata de asesores y consultores se sigue apretando un poco más; a lo que hay que sumar otras piedras en la mochila de los profesionales, y por extensión de los empresarios como el SII que entrará en vigor a partir de 2018.

En nuestra opinión, una función no remunerada de los servicios que ofrece una asesoría es la de facilitar las relaciones entre la administración y los contribuyentes; y esta función, es en la que en cierta medida ayuda a ingresar los tributos en las arcas públicas... poder usar ese dinero para el interés general...; en definitiva, somos agentes con una importancia relativa en la redistribución de la riqueza de nuestro actual sistema. Con esta reivindicación, no estamos pidiendo un sobre sueldo al Sr. Ministro Montoro, pero sí que en cierta medida, que a la hora de publicar estas nuevas normativas (que luego muchas veces cambian ante el descontento general) nos tuvieran en cuenta, y tuvieran en cuenta al contribuyente; porque en la mayoría de las ocasiones, el recorte en los plazos de presentación no deriva en una mejor información o menos fraude, si no en una peor información, el incremento de trabajo y pérdida de productividad por declaraciones complementarias, recursos, etc. y finalmente un incremento notable de sanciones y recargos en muchas ocasiones injusto para el contribuyente, e injusto para los asesores.

De momento, solo nos queda alegrarnos por el pequeño alivio que supone el aplazamiento para este año; y tratar de ser más ágiles en nuestras relaciones con los empresarios para poder satisfacer las necesidades de nuestro cliente hacienda.

 

 

Economístas Colegio de La RiojaSocio AECA